Un buen diseño no basta. Si el molde no se proyecta con la misma precisión, el riesgo es perder rentabilidad en cada etapa del proceso productivo.
Las consecuencias de un molde poco eficiente se ven con el tiempo:
- Mayor cantidad de desperdicio
- Paradas de máquina imprevistas
- Tiempos de ciclo más largos
➡️ Más costos operativos = Menos margen de beneficio
El costo oculto de un molde no optimizado
Cada pieza rechazada, cada parada inesperada y cada segundo adicional en el ciclo de inyección impactan directamente en la rentabilidad. Y muchas veces, estos costos no son visibles a primera vista.
En cambio, invertir en un molde técnico, preciso y optimizado permite:
- Reducir desperdicios gracias a una mayor repetibilidad
- Minimizar las paradas por tolerancias estables y un diseño preciso
- Optimizar el consumo energético y la duración del ciclo
➡️ Aumentar el margen por cada pieza moldeada
Cuestión de visión: Mirar solo el costo inicial es una estrategia miope. Analizar el Costo Total de Propiedad (TCO) marca la diferencia entre un gasto y una inversión.
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